miércoles, 31 de marzo de 2010

Vaya ventolera

Lo que cuesta entrenar con viento fuerte.

Ya durante el calentamiento me ha estado fastidiando. Iba por el camino del río que hay al lado del polideportivo y a la vuelta me iba echando hacia atrás, a parte de tirarme tierra a los ojos (suerte que llevaba las gafas de sol).

Pero lo duro ha sido después, cuando he empezado el interval que tocaba hoy.

Catorce repeticiones de doscientos cincuenta metros. A unos cuarenta y cinco segundos y una recuperación de un minuto veinte segundos.

He estado luchando contra el viento durante toda la sesión. Racheado y bastante fuerte, hacía que me costara avanzar en determinados puntos de la pista e incluso me llegaba a desequilibrar, con lo que no he podido controlar el ritmo todo lo bien que hubiera querido.

Con todo y con eso no ha salido mal del todo.

Hoy, a parte de contaros mis penas meteorológicas, os he preparado una gráfica con mis pulsaciones por minuto en función del tiempo para el interval de esta mañana.

Lo he hecho para que podáis apreciar como el cuerpo se va fatigando durante una sesión de este tipo y como, trabajando a la misma intensidad, cada vez le cuesta más recuperar entre repetición y repetición:



Los picos coinciden con el final de una repetición. A partir de aquí el cuerpo recupera (bajan las pulsaciones) durante el minuto y veinte segundos que toca hasta los valles que veis.

A lo que me refería con que cada vez cuesta más recuperar, es a que los valles son cada vez menos profundos (bajan menos las pulsaciones) a medida que vamos haciendo repeticiones y por tanto la sensación de fatiga llega antes.

1 comentario:

  1. Uy, no había visto tu entrada hasta ahora.
    Me gusta la gráfica. Explica muy bien cómo ha ido el entrenamiento.

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