Después de pasarse todo el invierno enfundados en Kinvaras, Minimus y zapatillas de clavos de vez en cuando, hoy mis pies han vuelto a sentir el suelo gracias a la fina suela de las VFF Bikila.
No me las he puesto hasta ahora porque como acostumbro a rodar de madrugada hay sitios por los que paso que no se ve ni torta y me da miedo pisar algo.
Estos días a eso de las 6 am todavía está un poco oscuro pero empieza a clarear y se ve lo suficiente. Además, el tramo más complicado del recorrido en forma de guijarros sueltos es casi al final y ya es completamente de día.
Ya sé que lo he dicho muchas veces pero no me canso de repetirlo: qué sensación de libertad. Casi ni me acordaba; por muy ligeras que sean unas zapatillas convencionales no se aproximan ni de lejos a las sensaciones que proporcionan unas VFF; no acaba de ser como ir descalzo pero se parece bastante.
Los ritmos de rodaje han sido los habituales en las zonas de asfalto y tierra compacta y más lentos en el tramo de guijarros que os decía.
No me las he puesto hasta ahora porque como acostumbro a rodar de madrugada hay sitios por los que paso que no se ve ni torta y me da miedo pisar algo.
Estos días a eso de las 6 am todavía está un poco oscuro pero empieza a clarear y se ve lo suficiente. Además, el tramo más complicado del recorrido en forma de guijarros sueltos es casi al final y ya es completamente de día.
Ya sé que lo he dicho muchas veces pero no me canso de repetirlo: qué sensación de libertad. Casi ni me acordaba; por muy ligeras que sean unas zapatillas convencionales no se aproximan ni de lejos a las sensaciones que proporcionan unas VFF; no acaba de ser como ir descalzo pero se parece bastante.
Los ritmos de rodaje han sido los habituales en las zonas de asfalto y tierra compacta y más lentos en el tramo de guijarros que os decía.
!Bien por esas VFF!
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