Esta entrada también va a ser algo larga...
Les Ànimes del Purgatori
La aventura empezó el sábado tarde a las 19:30, hora de salida desde Ripollet. Esta vez los componentes de la expedición nocturna íbamos a ser cuatro: tres del RUA y un amigo más de pedala.cat.
La meteorología no pintaba muy bien y así lo pudimos comprobar en cuanto nos pusimos en camino y tuvimos visibilidad del macizo del Montseny. Estaba todo bastante tapado.
Sí que había algunas nubes sí... |
Todo y ser bastante pronto ya había bastantes corredores por allí. Se respiraba muy buen ambiente y, a diferencia de la semana pasada en L'Endimoniada en la que se veía un poco de todo y quizá más corredor tipo asfalto, delgado, musculatura elongada, esta vez había más especialistas en montaña: piernas muy musculadas y tipos más bien fuertes. No en vano, esta vez el desnivel acumulado era de 1.800 metros y en una distancia más corta.
Preparativos: gel (que no gasté), frontal, camiseta de manga corta debajo de la de tirantes del RUA (hacía fresco pero reconozco que hubiera ido mejor sin nada debajo) y mis MT101 con los cordones bien atados. No calentamos mucho, un ligero trote durante menos de 10 minutos, ya tendríamos tiempo de calentar durante el primer kilómetro...
Nos situamos en la línea de salida y en unos minutos ¡Pfffffttt! ¡PUM! Cohete y salimos. De momento sin lluvia, aunque anunciaron por megafonía que en la cima del Tagamanent había niebla. Al principio no le di mucha importancia pero hubiera preferido que lloviera...
El recorrido transcurre por el casco urbano lo justo para acceder a la pista forestal, subiendo progresivamente al principio pero antes de llegar al kilómetro uno ya empieza la primera subida fuerte antes de bajar a la zona conocida como El Purgatori.
Son 321 metros de subida continuada hasta el kilómetro tres y medio. Cubro la distancia en unos 22 minutos, lo que da una velocidad de ascenso de 875 metros/hora que no está nada mal. A partir de aquí empieza el primer descenso, bastante fuerte, con bajadas muy técnicas e incluso algún escalón natural que saltar, hasta El Purgatori.
El terreno estaba bastante complicado; a resultas de las lluvias de la semana pasada, lo que no era roca húmeda era barro y había tramos de barrizal bastante importantes. Creo que ya lo he dicho alguna vez pero en barro las MT101 son excelentes, el dibujo de la suela hace que no se quede pegado y la tracción es simplemente perfecta.
En general el terreno estaba bastante húmedo y cuando no metía los pies en un charco los metía en el barro y cuando no había que atravesar pequeños riachuelos.
Durante el descenso a El Purgatori me dio tiempo de recuperar un poco el aliento, lo que me permitió afrontar la siguiente subida fuerte hasta la cima del Tagamament con energía. La ascensión anterior era sólo el calentamiento. Esta va desde el kilómetro 5 al 6,8 y hay que subir 404 metros. Aquí ya había cogido más o menos el ritmo y llegué a la cima en 25 minutos desde El Purgatori. Velocidad de ascensión 970 metros/hora.
Ahora que tengo más referencias de ritmo a la hora de subir, creo que puedo hacerlo más rápido. Una cosa que me pasó durante las subidas fuertes es que me quedaba detrás de alguien cuando en realidad podía ir más rápido. No me atrevía a pasar por si no aguantaba el ritmo pero si me preguntaban si quería paso lo intentaba y me daba cuenta -tarde- de que había estado yendo lento.
Al llegar a la cima del Tagamanent ya está casi todo hecho, queda bajar, primero no muy fuerte, casi llaneando, con algún repechón, hasta el kilómetro 9 y a partir de aquí bajada fuerte y técnica, prácticamente hasta Aiguafreda con la meta en el kilómetro 15.
Este sábado pasado solo había un "pero" en la cima: La Niebla, con mayúscula.
Os podéis imaginar lo que se veía en plena noche con niebla espesa y con el frontal como única fuente de luz por muchos Lumens que tuviera... No se veía nada a más de 4 o 5 metros y las marcas evidentemente estaban colocadas a más de esa distancia, a parte de que no eran el milagro de la visibilidad precisamente, punto negativo a la organización aunque luego durante la entrega de premios reconocieron que era algo a mejorar para la siguiente edición. A parte de los problemas de visibilidad, el terreno era pasto lo que dificultaba un poco más distinguir el sendero. Por suerte, debido a la niebla supongo, el grupo se apretó un poco y las dos o tres veces que perdimos el camino lo pudimos encontrar con facilidad y volver sobre nuestros pasos hasta encontrar la siguiente señal.
La Niebla sólo se encontraba en la cima. Poco después de empezar la bajada fuerte en el kilómetro 9 ya se veía bien.
Esta segunda mitad de bajada me encantó. Como ya he dicho antes aquí el terreno era muy técnico pero con todo y con eso creo que bajé más o menos rápido dentro de mis posibilidades. Sólo me adelantaron dos corredores y a partir de que los perdiera de vista no escuchaba tampoco a nadie que fuera tras de mi.
Gran parte del descenso lo hice solo y en silencio. Qué sensación. Noche cerrada y oscura, iluminada tan sólo por la luz del frontal, entre árboles, senda estrecha y sólo escuchando el sonido de mi respiración y mis pisadas, algún ave nocturna a lo lejos, poco más. Se me hizo corta. Aunque por otra parte también estaba cansado y sentí alivio al divisar las luces del pueblo a lo lejos.
En el 14 se llega a una pista forestal. Aquí quedaba sólo un kilómetro de camino ancho, fácil y en bajada, así que aproveché para estirar un poco las piernas apretando un poco el ritmo hasta la meta. Simplemente me dejé llevar, no tenía mucho sentido apretar demasiado sin tener a nadie que atrapar delante ni nadie que me siguiera de cerca. Finalizando este último kilómetro se llega a las calles de Aiguafreda, se atraviesa un puente, se suben unas escaleras y en menos de 100 metros la meta.
Finalicé el recorrido en 1:55:00, acabando en posición 48 de 179 llegados a meta.
Les Ànimes del Purgatori es una carrera de montaña dura pero entretenida y más si hay niebla arriba... Entre que se hace la primera ascensión, se recupera un poco en la bajada a El Purgatori, se vuelve a subir fuerte hasta el Tagamanent, se pierden un par de veces las señales del camino y luego ya todo bajada hasta la meta, se pasa rápido. De lo entretenido que estuve ni me acordé que llevaba un gel, aunque en los tres avituallamientos que había tomé Coca Cola y con ese aporte extra de azúcar y cafeína ya tuve suficiente para seguir tirando.
Después de una buena ducha nos esperaba una buena cena. La inscripción incluía: un plato de botifarra amb seques, pan con tomate, bebida (¡cerveza!), coca de postre y café.
Entre unas cosas y otras llegué a casa a las dos de la noche. Suerte que al día siguiente "sólo" tenía una milla.
VI Milla Urbana de Montcada i Reixac
Me levanté al día siguiente con un poco de dolor en el empeine del pie derecho. El día anterior noté algo y el domingo ya era un poco más agudo. Pero yo tenía que ir a la milla así que, cabezudo que es uno, me tomé un Ibuprofeno para bajar la inflamación, que se veía a simple vista, y andando; ya decidiría en el calentamiento si lo tenía que dejar estar.
Corría a las 11:15 en la categoría Absoluta pero quería estar allí antes para ver a mis compañeros del RUA, en especial a Juan en la categoría Veteranos, que era su primera milla. Llegué justo justísimo a la hora de la salida y me coloqué al lado del arco para que me vieran y darles ánimos.
El día anterior estuvimos haciendo quinielas acerca del tiempo que podía hacer Juan y no nos alejamos demasiado del resultado final, 5:12, más que bien para ser la primera milla.
Al finalizar la categoría Veteranos aún tenía tiempo de sobras de saludar a mis compañeros, ir a buscar el dorsal y calentar.
Calenté bien y acompañado. Del dolor de empeine ni rastro, así que iba a correr.
Aquí no hay mucha historia, iba a ir a todo lo que dieran mis piernas, sin pensar en la fatiga producida por el día anterior, de hecho, no me sentía fatigado y a día de hoy ya estoy recuperado del todo. Me coloqué en la línea de salida, disparo y ¡A correr!.
Este año, a diferencia del anterior, la élite salió MUY rápido y tuve que contenerme para no verme arrastrado, no a su ritmo evidentemente, pero sí a ir más rápido de lo que debía.
De los 10 atletas de la categoría absoluta, 6 bajaron de los 5 minutos, inalcanzables para mi ahora mismo, así que nos quedamos un grupo de 4 para repartirnos el resto de posiciones.
Al principio yo estaba en séptima posición pero en la primera vuelta el atleta del CA Laietana que acabó delante mío ya me pasó y se fue distanciando poco a poco. A la segunda vuelta me pasó otro atleta, creo que del Nou Barris, ahora no estoy seguro y en las clasificaciones no pone el club, pero no se distanció demasiado y mantuve el ritmo para que no se alejara mucho. Iba noveno en ese momento y la verdad es que tampoco tenía intención de cogerle, no me sentía con ánimos de apretar mucho más, pero ya finalizando la prueba, en la recta final, mis compañeros de club me avisaron de que el atleta del C.N. Caldes que tenía detrás me estaba dando caza, así que saqué la velocidad punta esa que tengo y me marqué un sprint de los que me gustan (tendría que haber sido velocista); fui tan rápido que casi sin quererlo hasta cogí al atleta que llevaba delante, adelantando una posición y acabando octavo.
El tiempo final fue de 5:19, mejor marca en milla de la temporada.
Como leí una vez de Dean Karnazes: la recuperación está sobrevalorada...
Iba a decir yo que subirse a una montaña con niebla la noche anterior no parecía la mejor manera de preparar una carrera rápida, pero bueno, visto el resultado... :) Le vas a coger el gustillo a esta clase de dobletes, ¿no?
ResponderEliminarLo de la niebla y estar a punto de perderse en la cima da un poco de respeto...
No más dobletes por el momento que al final me echarán de casa... :O Pero la verdad es que sí que me gusta y recupero bien de un día para otro.
ResponderEliminarLo de la niebla sí que da respeto. Hubo un tramo que iba en cabeza de un grupo de corredores y es bastante estresante. Mola. ;D
Entrada larga pero merecida pues el fin de semana dio para eso.
ResponderEliminarMenos mal que el lunes era festivo para descansar.