Hoy iba a ser la prueba de fuego para mi tobillo pero con lo que llovía no he tenido el valor de ir a entrenar. Mañana será otro día.
A parte del palo de empezar el entreno bajo la lluvia resulta que estamos de reformas en las pistas del RUA y hasta el jueves no se puede acceder. Estos días se queda en el campo para los entrenamientos, lo cual hoy significaba una cosa: barro.
Normalmente no soy tan remilgado pero es que con la que me ha caído de vuelta a casa en la moto pues como que no me han quedado muchas ganas de mojarme y enguarrarme.
Mañana por la mañana prometo un buen rodaje.
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