sábado, 13 de agosto de 2011

Cogiendo velocidad

Sigo corriendo descalzo por el río día sí día no.

La distancia hace un par de sesiones que no la incremento; es a los dos kilómetros más o menos que me empiezan a arder las plantas del rozamiento con el terreno, pero sí voy incrementando la velocidad a medida que me lo pide el cuerpo. Esta semana he conseguido rodar a un ritmo más que bueno, entre 4:40 y 4:35 el mil.

Que conste que en ningún momento estoy forzando la máquina, quiero decir que corro lo que me apetece, si a la próxima que me descalce me apetece rodar más lento, pues rodaré más lento. No problem.

De hecho, ayer por la mañana no tenía pensado ni tan siquiera calzarme las VFF -salí con las Green Silence- pero es que fue llegar al camino del río y la tentación fue demasiado fuerte...

Ahora voy a salir un ratito por el campo a por unos toboganes a ritmo suave.

Mañana tengo pensada sesión doble: saldré a rodar temprano y en cuanto llegue, bici

2 comentarios:

  1. Correr descalzo no es malo??? No te destroza los gemelos??? Yo lo he intentado alguna vez por la playa y enseguida echo de menos la amortiguación.
    Saludos

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  2. No que yo sepa. :)

    Es cuestión de técnica y acostumbrarse. Por lo que respecta a la técnica, en mi caso ya corría de metatarso antes de empezar a probar, a parte que también lo hacia con calzado sin mucha amortiguación, con lo que no he tenido ninguna sobrecarga.

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